“Ser ese corazón que arde, como la zarza ardiente, arde pero no se consume…”

miércoles, 4 de enero de 2012

“...FUI YO QUIEN LOS ELIGIÓ A USTEDES...”


Juventud Masculina de Schoenstatt

En el segundo año de crecimiento de la Juventud Masculina de Schoenstatt, en su rama de la diócesis de San Lorenzo, vinculado al Santuario de Tupãrenda. Se llevó a cabo la consagración de Hombre Nuevo de tres grupos, que durante el año han venido confraternizándose en diversos aspectos, tanto en lo formativo como en lo espiritual. Vale decir, estos grupos, dos de Tupãrenda y uno de la ciudad de San Lorenzo, fueron encontrando un lugar predilecto en el corazón de la Mater, pues como dice Jesús: “Ustedes no fueron los que me eligieron a mí, sino que fui yo quien los eligió a ustedes...” (Juan 15,16).

Caminar por esta senda nunca fue fácil, pues estamos en una época donde la religión se ha vuelto “tradición”, donde ir a la iglesia o vivir como verdaderos cristianos son cosas de “viejas” o es “estar en lo antiguo”, donde toda la cosa se relativiza, no decimos ahora nosotros, ya lo anticipaba nuestro fundador, el P. José Kentenich, hace 50 años atrás.

La emoción es muy grande ver que existan todavía jóvenes que se deciden por Cristo, eso sí es bueno, pues la única solución a los mencionados anteriormente es Él, nuestro hermano mayor, el hombre nuevo de quien queremos seguir aprendiendo.


El viernes 9 y sábado10 fueron días de preparación para el gran momento, pasado medio día del sábado, sonaron las voces de los síes de 15 chicos asumiendo este gran desafío de vivir el ideal del Hombre Nuevo, el ideal de la Juventud Masculina ser “Corazón de fuego, Roca de la Patria”; unidos a la rama y a los familiares de cada uno, el P. Pedro presidía este gran evento.

“No es sólo un compromiso religioso, sino que a partir de este momento llevamos un pacto con la Mater, caminando hacia la Alianza de Amor con Ella; han caminado durante todo este tiempo, meses de experimentar lo maravilloso que es conocer a María y a su hijo Jesús, la experiencia de contar con ellos en un gran regalo del santuario”, motivaba el Padre Pedro en su homilía.

Fue un día rememorable, la rama JM sigue creciendo, en cantidad y calidad, pues Jesús mismo dijo “Sepan que muchos son los llamados y pocos los elegidos” (Mateo 22,14). María es la que acepta nuestro sí, pues la hemos elegido como nuestra Reina, y como vasallo del Cristo Rey queremos aprender en la autoeducación ser mejores, en una sociedad masificada e individualista, dicha decisión implica mucho compromiso y radicalidad, como el tiempo exige de cada uno de los cristianos.

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